martes, 31 de octubre de 2017

Reseña de "Pacificum, el retorno al océano" por Hugo Flores


Tenía muchas ganas de ir a ver “Pacificum: el retorno al océano” y de antemano, confiaba en su riqueza visual, pero no imaginé que sería tanto más que eso. Resultó ser una película hermosa, relevante y de gran valor científico; muy emocionante para los peruanos. “Pacificum…” explora las profundidades del Océano Pacífico en nuestro litoral y nos muestra su conexión con el ser humano, una simbiosis que existe hace miles de años. Además incorpora un análisis histórico que ofrece un panorama aún mayor. Evelyn Merino Reyna y Henry Mitrani son los productores de la película y quienes tuvieron esta brillante idea de hacer un documental que devele los misterios del mar peruano y que lo acerque a la gente.




La historia empieza en el desierto de Ocucaje en Ica y se cuenta desde el punto de vista de una voz en off femenina, tenue y sosegada. Esta dulce narradora luego alterna con la perspectiva de 4 expertos en diferentes campos: Yuri Hooker (Biólogo marino), Rodolfo Salas (Paleontólogo de vertebrados), Jose Canziani (Arquitecto y urbanista) y Belén Alcorta (Especialista en eco-turismo). Con su análisis particular, cada uno de ellos ayudará a develar algunos de los misterios sobre el pasado de la civilización peruana y su relación con el mar.  Es una historia apasionante, que mantiene su postura científica y trascendental. La película nos enseña con opiniones calificadas y nos pasea, con tomas dignas de apreciar, por lugares reveladores: huacas, templos y otras edificaciones ancestrales. Es fascinante como los protagonistas van interpretando fósiles y descifrando frisos en edificaciones antiguas de culturas costeñas, develando costumbres de los antiguos pobladores, antes de entrar decididamente en lo profundo del mar.




La dirección de Mariana Tschudi es sublime, toda la película se impregna uniformemente de una buena vibra y de un tono concientizador y optimista. Es sobrecogedor ver cine (y además peruano) contado con tal profundidad científica y con tanta delicadeza poética. Mariana analiza la historia de la costa para entender cómo fue la relación de antiguos pobladores con el mar, evidenciando el respeto y la gratitud que tenían estos por la abundancia que les brindaba el mar. Asimismo, nos advierte sobre las consecuencias de depredar o de ensuciar el océano y expone nuestra falta de conciencia. La directora utiliza mayormente tomas aéreas y acuáticas que permiten observar los comportamientos de los animales y de la tierra, con un enfoque mucho más “elevado”, porque la amplia perspectiva evidencia el paso del tiempo y nos conecta de una manera emocional con la naturaleza. Eventualmente, la película tiene éxito demostrando la estrecha conexión que tenemos con el mar y los impactos que hemos provocado en él (negativos y positivos). 




Entre los momentos mas memorables destaco, personalmente, el inicio, en que la hipnótica narración nos sitúa flotando a la deriva antes que aparezca por primera vez la vida en tiempos prehistóricos; el alucinante buceo con una bandada de minúsculos crustáceos rojos que se alimentan de plancton; las innumerables variedades de peces, anémonas y otras extrañas criaturas que se muestran (muchas de ellas recién descubiertas durante esta exploración), y las majestuosas ballenas, que son el principal símbolo de esperanza de esta cinta.




Loable en todo sentido, el esfuerzo cinematográfico es tan grande como la exploración y el análisis científico. La narrativa aporta belleza, optimismo y sentido a las imágenes que están finamente escogidas. Creo que es todo un triunfo peruano del que el mismísimo Custeau estaría orgulloso y que debe inspirar esfuerzos similares en el futuro.


jueves, 19 de octubre de 2017

Reseña de la película "The Beguiled" de SOFÍA COPPOLA

En mi opinión es una película cuyo título en español: “El seductor”, se pierde en la traducción y no le hace justicia. “The Beguiled” (algo así como: el encantamiento) es la sexta película de la talentosa cineasta Sofía Coppola, basada en la novela homónima del escritor norteamericano Thomas P. Cullinan, adaptada para la pantalla por la propia directora. Si bien no es la primera vez que se adapta esta historia al cine, pues existe una versión de 1971 con el mismo título que tiene a Clint Eastwood como protagonista, está claro que la directora hizo suya esta adaptación impregnándola de su estilo particular; consigue un film sublime con una atmósfera excepcional.



Lo primero que me llamó la atención es el hecho que se tratara de una película de época. Esta transcurre en el estado de Virginia tres años antes de las guerras de secesión en los Estados Unidos, aquella guerra civil entre los estados de la unión del norte contra los estados confederados del sur. La tensión es cada vez peor entre ambos bandos y los enfrentamientos son cada vez más constantes. 


La película empieza cuando Jane (Angourie Rice), una jovencita en busca de granos y setas para cocinar, se adentra en el bosque y en plena recolección se topa con un soldado malherido (interpretado con solvencia por Colin Farrel) que con mucha cautela le pide ayuda y le dice que fue herido gravemente en la pierna durante un combate. La joven, aunque asustada, accede a llevar al soldado a la casa, donde vive junto a otras mujeres refugiadas, con la finalidad de ayudarlo.
La enorme casona a donde llegan está en medio del bosque bajo el cuidado de Miss Martha, un ama de llaves severa pero delicada, interpretada por una finísima Nicole Kidman que me impresionó en su claridad y consistencia. Junto a ella se encuentra Edwina: Kirsten Dunst, una joven introvertida y aparentemente frágil, que secunda la responsabilidad de las jóvenes doncellas a las que ayuda a educar en modales (formalidades propias de la época) y a las que enseña francés. La mayor de las jóvenes doncellas se llama Alicia, interpretada por una sutil pero eficiente Elle Fanning, a quién ya había visto brillar en otras cintas como “Super 8”. Completan el elenco Oona Lawrence, Angourie Rice, Addison Rickie y  Emma Howard, que hacen de las cuatro jovencitas que deben hacer los deberes del hogar: trabajos de costura, recolección de frutos y practicar sus dotes musicales.


La llegada del soldado, el cabo Mc Burney interpretado con solvencia por Colin Farrel, causa un revuelo de emociones en la casa. Primero, ante la duda de qué hacer con él, siendo un soldado del bando enemigo, empiezan las interrogantes. Inclusive, tras varias reflexiones éticas sobre su deber, y a insistencia de las más jovencitas, deciden actuar de manera humanitaria, acogerlo en una habitación de la enorme casona y acomodarlo hasta que tenga suficientes fuerzas para poder irse. Pero la estadía del cabo despierta eventualmente entre las jóvenes, además de su curiosidad, celos entre ellas, que se sienten atraídas a él y parecen competir por su atención hasta que Miss Martha impone disciplina.  Determinada a acabar con el dilema y con sus escasos conocimientos de anatomía logra contener la hemorragia de la herida (con la ayuda de las dos mayores mujeres: Edwina y Alicia), para prometerle al soldad una pronta recuperación con la finalidad que se vaya lo antes posible. 



Pero se trata de un enemigo convaleciente, y las tropas aliadas  del sur recorren eventualmente la zona en busca de intrusos, esto acrecienta la angustia y la tensión de saber si el soldado logrará irse algún momento sin ser descubierto. Ellas se vuelven cómplices de su ocultamiento y poco a poco van intensificando los vínculos con el comprometedor huésped. Así, el argumento coloca a los personajes frente un mortificante dilema entre el cumplir con su deber y hacer lo que consideran lo correcto. Una vez servida esta trama, la película empieza a desarrollar la historia a través de la interacción entre sus personajes y nos presenta progresivamente las necesidades dramáticas de cada uno. Lo más interesante es cómo la directora consigue generar una empatía en la se puede experimentar la languidez y el peso del tiempo sobre esta casa. 


El guión tiene diálogos muy interesantes, precisos y en los que se distingue la formalidad de los personajes de la época y su concepción de los acontecimientos que transcurren en el exterior. Aportan contraste y elegancia. Otra de las virtudes del guión, fuera del aspecto narrativo, es la eficiencia en el uso de los escenarios, pues todo sucede en un mismo lugar. Es fascinante la manera en que la directora, con 8 actores principales y una sola locación, explota estos recursos (que podrían parecer limitaciones) a favor de la trama. Esto se sustenta en su ritmo, que siempre fluye, nunca se estanca y atrapa hasta el final. Así consigue una película redonda, convincente y muy bien realizada que llega a las entrañas.


Técnicamente la película tiene grandes virtudes como la iluminación, la cual es principalmente luz natural, lo que es coherente con la historia y su ambientación. Por momentos la oscuridad juega un papel protagónico, tanto como las malas condiciones del soldado, y le favorece a la película en todo sentido (aporta verosimilitud y angustia). Los planos de establecimiento que escoge en cada secuencia son encantadores, de una belleza natural, donde el cielo, la luz del sol y los árboles parecen testigos silenciosos de los acontecimientos que se desenvuelven en este lugar. Y la música tan tenue y lúgubre, efectiva pero casi imperceptible.




Sofía Coppola es una directora experimentada, ha podido hacer un nombre por su cuenta más allá de su evidente prestigio familiar que le hubiera podido jugar en contra si no tuviera el talento, la osadía o la clara visión. Creo que ha tenido grandes aciertos en su filmografía que le han dado su status, como "Virgin suicides" o “Lost in Translation”, pero también ha tenido otros intentos menos satisfactorios como “María Antonieta” o "Somewhere". Sin embargo, esta película la vuelve a poner en la misma categoría que sus primeros trabajos. La atmósfera melancólica, la soledad, y el contraste entre la aparentemente frágil femineidad de sus personajes y la oscuridad subyacente en su entorno, que tanto destacaron en su primera cinta, vuelven a aparecer con grandeza en esta película tan eficientemente rodada; un indiscutible acierto que no puedo dejar de celebrar y recomendar.

martes, 17 de octubre de 2017

Reseña del album “Concrete and gold” de FOO FIGHTERS por Hugo Flores



Nada es mas complaciente, como fanático del rock, que tu banda favorita saque tres álbumes seguidos y cada uno sea mejor que el anterior. En este caso, solo había escuchado el 90% del último álbum de Foo Fighters y ya había decidido empezar este artículo, porque realmente considero que refleja un proceso de evolución extraordinario como banda y una maduración como artistas que, sin duda, se traduce en consolidación (como si fuera necesario) y trascendencia. “Concrete and gold” es el nombre de este valioso trabajo que se lanzó el 15 de setiembre del 2017 y según el líder de la banda se nutre de su perspectiva del futuro de los Estados Unidos en la candente atmósfera electoral y su crítica desesperada a la actual presidencia de Trump.

No solamente es un disco que mantiene la línea de la banda y tiene una coherencia innegable con toda su discografía, ni tampoco es sólo un disco trepidante que genera una gran cantidad de energía con sus temas “in crescendo”,  es pues, además de todo eso, una super producción con un gran nivel de elaboración y con una proyección sonora que imprime un estilo inconfundible y que consigue una fusión perfecta entre distorsión y armonía; oír estos temas tan estridentes y potentes no restan melodía ni ritmo a las canciones, por el contrario, se genera una sinergia musical que resulta en temas que parecen hasta futuristas y otros que disuelven riffs de metal con armonías un poco más delicadas, atomizando canciones difusas, coloridas y minuciosas, que usan un contraste en los acentos que imprime complejidad a las canciones.

El primer tema “T-Shirt” es uno breve, que más parece una introducción al primer tema fuerte que es “Run”. Luego  viene “Make it right” una canción de las inovadoras en el repertorio, potente y con muchas reminiscencias al disco del 2010 de los Stone Temprle Pilots, específicamente a la canción “First kiss on Mars”. Por supuesto, ya había escuchado “The Sky is a neighborhood”, que fue su segundo single y que tiene un interesante video conceptual en el que los músicos parecen estar iluminados tocando sobre el techo de una casa. Pero esos primeros temas parecían confabular en la formación de algo nuevo, como una nebulosa conformándose por la gravedad en el espacio. Justamente después de este tema, el disco fue teniendo una trepidante, emocionante y original sensación de satisfacción, los estímulos son mucho más constantes.

Me refiero a temas como “Dirty Water” o “Arrows”, que conmemoran estilos musicales de Foo Fighters en sus primeros discos, y que me recuerdan a temas como “Big Me” y “Learn to Fly”, sólo que con un giro final mucho más potente y más desarrollado. Grohl trabajó en este álbum con Greg Kurstin  un productor de música pop, que ha grabado con estrellas de la industria musical como Adele, Sia, Pink y hasta Beck, y se nota su influencia. Si bien es la primera vez que Kurstin trabaja en un disco de hard rock, su toque le aporta psicodelia y complejidad al estilo duro de Foo Fighters.


De hecho, para cuando se llega a la canción “La Dee Da” y en adelante, el disco, por momentos, pasea por territorio nuevo, como un segundo acto que parece musicalizar ciencia ficción. Los sonidos de las distorsiones son más intensos que nunca y sin embargo parecen estar atomizados en la melodía de un modo muy elegante y contemporáneo. Las canciones adquieren matices tecno futuristas y extraños, pero nunca más pop. Hay atisbos de congruencia con algunas canciones de Jack White, por ejemplo, pero aún así innovadores y refrescantes. También se sienten influencias de “The Beatles” e incluso de “Pink Floyd” en la homónima al disco “Concrete and gold”. Esto es una superproducción, pero es honesta, circunstancial, es el paso lógico de un artista que siempre está pensando en incrementar el nivel de complejidad de su obra.

Días después de haber oído el disco unas tres veces, encontré una inusual entrevista que le hace Lars Ulrich a Dave Grohl (https://youtu.be/IbL3gCIxZGA), un sueño de conversación para un rockero de mi edad que adora a Metallica y adora a Foo Fighters también. Aunque debo confesar que ser fanático de Foo Fighters es bastante más gratificante, o al menos, no es tan dramático ni desconcertante como ser fan de Metallica. Tómenlo como quieran. El punto es que en dicha entrevista muchas de las ideas que percibí en el disco me fueron confirmadas y reveladas en esta plática musical tan peculiar. Para empezar el disco incluye colaboraciones de Justin Timberlake, de Shawn Stockman: uno de los Boyz 2Men, y hasta de Paul McCartney que toca batería en el tema “Sunday Rain”. Lo único que consigue de ello Grohl con estas inusuales participaciones es un disco más elaborado, más potente, más melódico y supremamente producido, agregándole una dimensión más elevada a su discografía; este es definitivamente el disco más elaborado y producido de la banda, y el sonido más actual del rock: Es técnico, tóxico, bailable y marcador de tendencias. [by the Way: La cara de Lars mirando a Grohl declarar con emoción que trabajó con el productor de Adele no tiene precio]. 




La persona de Grohl es por supuesto, el motor de toda esta fuerza creativa y está acompañado por los músicos que siempre ha conocido y respetado, y ha quienes ha obligado a evolucionar a su ritmo. Su energía y carisma son inspiradores y contagian, al punto que su apertura recuerda la esencia del espíritu de Dimebag Darrel con el enfoque de trabajo de un técnico como Roger Waters, una apertura sublime y un talento providencial. Aún así, Grohl no tiene comparación ni desmerece a nadie, se ha hecho su propio espacio con mérito propio hace rato. Es genial que los singles sean “We run” y “The Sky is a neighborhood”, porque te das cuenta que eran señuelos potentes de gran calidad frente a los platos fuertes del disco como “Make it right”, "Dirty water", “Sunday Rain” o “Concrete and gold” temas en los que se impregna de más influencia de Kurstin, productor que el mismo Grohl admiraba y escogió eventualmente como el idóneo para este proyecto. El propio Dave Grohl define el disco como el lugar donde colisionan el extremismo del Hard Rock y la sensibilidad del Pop, comparándolo conceptualmente a lo que sería una versión del “Sgt. Pepper” por Motorhead. Taylor Hawkins, el baterista, que dicho sea de paso canta en “Sunday Rain”, lo describe como el sonido más raro y psicodélico en uno de sus discos hasta la fecha.

Definitivamente grato saborear un disco como este, después de todo lo que han hecho por el rock y por la música, la banda ofrece su trabajo más serio y profesional, y entendemos que están en su pico evolutivo (?). No dudemos que el resultado es un disco de rock tan auténtico como los primeros de la banda, pero tan evolucionado como debería para consolidar su categoría. Simplemente los mejores.



martes, 23 de mayo de 2017

Alien: Covenant, una pieza bien encajada.

Una película llena de suspenso, con una correcta dosis de terror, reflexiones filosóficas y ciencia ficción, que además, va cerrando capítulos reveladores del origen de la criatura en la saga. Consigue provocar temor y repulsión, pero también nos expone a una perspectiva mas amplia de su universo.




“Alien Covenant” es la verdadera precuela de “Alien el octavo pasajero”, aquella cinta, la primera de la saga, que lo empezó todo. La historia de “Alien Covenant” sucede después de los acontecimientos narrados en la criticada “Prometheus” y revela mucho sobre una saga cuya vasta trama pretende abarcar más que su universo.

El protagonista de la película es Michael Fassbender y su personaje se presenta a través de una escena magistral, en la que un peculiar androide parece explorar sus dudas existenciales en una brillante charla con su creador (interpretado por Guy Pierce en un sorprendente cameo). Esta escena es sublime, tiene una calidad onírica y concluye con lo que sería el pilar de la trama: el androide ha notado algo acerca de su existencia, se da cuenta que no puede morir y su creador sí. En oposición al ser humano cuyo dilema es no saber quién lo creó ni por qué está aquí pero tiene la capacidad de crear, éste ser artificial sabe quién es su creador y cuál es su propósito, pero su dilema (inverso al humano) se basa en su imposibilidad de crear.




Después de esto, la premisa es tan simple como puede ser, sin comprometer los valores artísticos de la narrativa: Una nave colonizadora llena de tripulantes en estado de hibernación y conducida por Walter: un androide igual al de la primera escena, está surcando el espacio camino a un planeta en el que van a sembrar vida, pero sufren un contratiempo, un accidente severo que obliga a la tripulación a despertar prematuramente. Frente a éstas dificultades, se ven forzados a reconfigurar el último tramo de su viaje y efectuar algunos arreglos, pero en el proceso pierden a su capitán, por lo que, el segundo a cargo asume el mando (Billy Crudup). Pero mientras tratan de asimilar su situación y discuten sobre qué deben hacer, descubren una transmisión humana viniendo desde un planeta desconocido pero cercano, y perfecto para una terraformación como la que tenían que llevar a cabo. Entonces, ven la oportunidad de ganar tiempo y descubrir un nuevo planeta habitable. 

A partir de esta decisión se desenmaraña una insufrible cadena de acontecimientos que amenaza a toda la misión y que en un principio ni siquiera tendrán una explicación para ellos. Habrá momentos sangrientos, hay momentos de angustia, de suspenso y terror. Pero me gustó mucho que hubiera también espacio para la reflexión sobre temas como la existencia, la humanidad, la inteligencia artificial y la naturaleza divina. La preocupación del director en esta película no era netamente la de aterrorizar, más bien percibí un legítimo deseo de postear algunas interrogantes y ciertos temas metafísicos, presentes de forma elemental. Sobre todo, es fascinante ver al androide sufriendo dilemas existenciales y como su ansia creativa se vuelve su motivación primaria.




Por otro lado se explora el origen de este alien, y sus versiones predecesoras [Como mencionó Ridley Scott en una entrevista: han pasado diversos directores y diversos escritores y ninguno ha estado interesado en el origen de la criatura]. En esta entrega, la criatura alienígena se mantiene fiel a su reputación pero nos devela diversas variantes basadas en diferentes estados evolutivos. Pese a usar técnicas digitales no se ve falsa, por el contrario, las escenas de terror y los momentos mas viscerales de la película, son auténticamente crudos y chocantes. La coherencia de su simple trama nos hace verosímil prácticamente todas las situaciones.


Aparte de Fassbender que destaca en su interpretación clara y bien construída de ambos androides David y Walter, también estaban en el reparto Billy Crudup, Danny McBride, Demian Bichir y Katherine Waterston. Con sólidas actuaciones, la tripulación del Covenant nos conmueve por algunos momentos, pero sobre todo, nos asusta y pone en perspectiva nuestros más primarios temores. 

Obviamente la película no es perfecta, tiene uno que otro vacío argumental y elementos superfluos,  hubieron algunos momentos que me parecieron un poco forzados y sin embargo, concluyo que "Alien Covenant" es Highly reccomended, especialmente para adoradores de la saga, medianamente fans, stoners, amantes del terror y fanáticos de la ciencia ficción.


viernes, 19 de mayo de 2017

LOBSTER, película rara


Langosta: una película extraña y divertida, que derrocha originalidad y convierte el surrealismo en una metáfora más evidente, por momentos divertida y por otros curiosa, que vale la pena ver como una promesa de potencial y talento del director griego Giorgos Lanthimos.



La película trata acerca de una sociedad distópica en la que todos tienen una pareja ideal basada en algún rasgo distintivo que comparten y quienes pierden a su pareja son enviados a un lúgubre hotel en el que se les da la oportunidad de conseguir una pareja ideal en 45 días o de lo contrario serán convertidos en un animal. Durante ese tiempo, éstas personas no tienen que preocuparse por su alimentación, ni alojamiento, ni ninguna de sus necesidades básicas. Usan la misma ropa, comparten espacios públicos y hacen actividades colectivas. Pero el lugar tiene muchas reglas, como no poder insinuarse a alguien, no poder masturbarse, etc. y el incumplimiento de alguno de sus dictámenes es castigado severamente. Por supuesto, resulta difícil para muchos encontrar a una compañera(o) ideal en esos 45 días. Por otro lado, entre las actividades que realizan, los huéspedes salen a cazar personas solitarias que viven en libertad en el bosque, pero que no tienen hogar ni cabida en esta sociedad, cada vagabundo que matan les compra días extra. Así de bizarra es la premisa.

Si bien es una película de autor, peculiar y pretenciosa, también es accesible a las audiencias, no es polémica ni controversial. Su trama es extraña, pero no tanto como para incomodar. Su narrativa es coherente, pero por momentos, pierde poder de persuasión y no llega a remecer al espectador. Sus personajes son extravagantes, pero son interpretados por estrellas de Hollywood lo que le quita sabor independiente. Es una película rara pero tampoco retorcida, que podría explorar aspectos mas oscuros de la psiquis pero que se limita en su complejidad. Es una película sobresaliente, cierto, pero francamente pienso que no aprovecha completamente sus posibilidades.



El personaje principal es David, interpretado por Colin Farrel, es un hombre recientemente viudo, parco y dócil, que llega con resignación al tétrico hotel, y al que se le explican todas las reglas del lugar. Posteriormente, empieza a socializar con los demás huéspedes y a través de esas interacciones conocemos a otros extraños personajes como “El hombre que sesea” interpretado por John C. Reilly, “El hombre que cojea” interpretado por Ben Whishaw, "La mujer que sangra de la nariz" interpretada por Jessica Barden, etc, que al igual que él, están ahí para encontrar pareja y evitar que los transformen en animales. De hecho, el hermano del protagonista también estuvo ahí y no logró su cometido, por lo que lo convirtieron en un perro. Más adelante David conocerá a otros personajes como "La líder solitaria" interpretada por Léa Seydoux y "La corta de Vista", por Rachel Weisz.

Esta es la segunda película que veo del ateniense Giorgos Lanthimos, después de la notable “Dogtooth”. En aquella cinta, un padre de familia sobre protector y extremista tiene a su familia confinada en una enorme casa, sus hijos nunca han salido del recinto y no conocen el mundo exterior, no tienen T.V., no tienen teléfono ni leen noticias, todas sus costumbres son las que el maquiavélico padre les permite tener. La demencia del patriarca llegaba a extremos en los que les hacía creer a sus hijos que los aviones que surcaban el cielo en realidad eran diminutos o que la palabra teléfono significaba “sal de mesa”. En esa película, el director griego emerge exitoso porque no se cuida en su construcción, no se contiene en su extravagancia ni utiliza artilugios comerciales par agregar valor a su obra, se siente autréntica. En el caso de “Langosta”, como ya mencioné, hay una red de seguridad que no permite obtener la emoción y la autenticidad de su predecesora, especialmente, para quién como yo la disfrutó.


Pero “Langosta” tiene también virtudes que la destacan sobre cualquier cinta convencional, ahí tenemos, por ejemplo, su fotografía, su guión surrealista, su sentido del humor ácido y hasta su dirección de arte. Pero definitivamente, como argumento principal de su atractivo está su rareza. Por lo general, una buena película rara emociona porque se vuelve impredecible y nos adentra en una travesía, nos lleva a un lugar nuevo. En este caso la trama empieza así, extravagante y compleja, sin embargo, conforme avanza, la historia pierde verosimilitud y se extingue su vanguardismo. 

Mi conclusión es que vale la pena verla pese a sus falencias, especialmente si no has visto “Dogtooth” (que recomiendo ver después de Lobster), y reafirmo mi entusiasmo por la próxima película de Lanthimos (posiblemente en Cannes). Recomendable para el cinéfilo promedio y medianamente recomendable para adoradores de Charlie Kauffman.

domingo, 7 de mayo de 2017

Coherence

COHERENCE es una película sumamente interesante, peculiar y fascinante, con un guion extrañamente atrapante, un argumento caleidoscópico, y una trama que no requiere de clichés o efectos especiales para generar suspenso y mantener al espectador, por momentos, al borde de su asiento.



Un grupo de amigos se reúne una noche en la que un cometa está pasando cerca a la tierra. Algunos de ellos parecen algo preocupados por el paso del astro y uno de ellos comenta acerca de un suceso que tuvo lugar hace años cuando, justamente, un cometa pasaba cerca a órbita terrestre y provocó extraños comportamientos entre la gente. Incluso una mujer confesaba que  había matado a su esposo, pero este estaba vivo y ella decía que era un impostor. ¿Será posible que esto pase también esta vez?

A partir de acá se desteje la velada con una conversación casual entre todos los personajes, que nos permite conocerlos superficialmente. Durante gran parte de la película los personajes divagan, aparentemente, sobre temas cotidianos afectados por el acontecimiento estelar. Lo interesante de COHERENCE es su rareza y sus diálogos metafísicos, a veces (irónicamente) incoherentes y a veces fascinantes, pero extremadamente bien engarzados. Además, la trama consigue, a través de originales explicaciones de reforzamiento del argumento, llevar a que el espectador se pregunte qué pasará después. 

Por otro lado, creo que COHERENCE no es una película de ciencia ficción, pero tiene elementos del género, como los sustentos científicos y el juego semántico detrás del pragmatismo de hipótesis o teorías populares. Es, más bien, una película de suspenso peculiar, un thriller que trata de metafísica y psicológía, y hasta cierto punto es un ejercicio experimental exitoso de eficiencia narrativa que mediante su complejidad cautiva al espectador ofreciendo impredecibilidad e interés.

El director estadounidense James Ward Byrkyt dirige su guión co-escrito con Alex Manugian y le saca provecho a tal punto que el elenco completo consta de 8 actores, y aún así se siente como algo más elaborado que una cinta de bajo presupuesto. La actriz Emily Baldoni, quien ha participado en el reparto de varias películas y en varios programas de t.v., lidera el elenco interpretando a Emily Foxler, una mujer ordinaria que comparte una amistad con todos los demás invitados a esta reunión, y parece mortificada por alguna razón desconocida.




En resumen, COHERENCE tiene éxito por eso mismo, porque tiene una trama coherente dentro de toda la caprichosa ficción que entreteje y finalmente logra superar los obstáculos narrativos para hacer avanzar al espectador en la historia y presentar situaciones que recuerdan al thriller o a las películas de misterio. Incluso se siente por ratos como un puzzle, similar a juegos de pistas para encontrar al culpable, sin embargo, al no haber un mayordomo ni una realidad lógica sobre la cual indagar, se vuelve un terreno nuevo que el espectador siempre estará dispuesto a explorar.




Calificación: HIGH-ly Recommended.

lunes, 13 de febrero de 2017

Grammys, Metallica & Lady Gaga.

Ayer nuevamente se hizo historia en la ceremonia de premiación de los Grammy 2017, entre la cándida conducción de James Corwen (me hizo recordar a un joven Chris Farley), el error de Adele en el tributo a George Michael, las intensas presentaciones de Bruno Mars, el homenaje a los Bee-Gees y la endiosada presentación de Beyoncé embarazada, se escribieron varios hitos.
El que me interesa, y uno de los más polémicos, fue el del dúo Metallica/Lady Gaga, un fiasco de proporciones épicas que nos privó de lo que pudo ser, en circunstancias distintas, una potente y peculiar colaboración que funcionaba muy bien a diferencia de oportunidades anteriores (llámese Lang Lang o Lou Reed) .
Si bien la idea estaba bien encaminada las fallas técnicas a veces traicionan una presentación sin posibilidad de evitarlo. Y no fue suficiente que no mencionaran a la banda de Metal al principio, sino que los organizadores y técnicos tenían que hacer épica la falla al malograrse el micrófono de James Hethfield.

https://youtu.be/47NroVtMlVM

Se notó la falta del poderoso arranque que proponía la versión a dúo de "Moth into the flame" cuando las cuerdas vocales de James se vieron excluidas del show y pese a que ambos artistas [James y Lady Gaga] manejaron la situación como profesionales, juntándose a cantar en un micro, el líder de la banda de metal no dudó en manifestar su ira con el personal técnico, tirando de rabia el micrófono de una patada hacia el final de la canción y luego lanzando su guitarra con cólera a su técnico haciendo una seña de furia.

https://youtu.be/c5mDkZkritA

Como si eso no fuera suficientemente raro, esa misma noche Megadeth recibe su primer Grammy tras 12 oportunidades y musicalizan su entrada con Master of Puppets de Metallica. Una falla garrafal e imperdonable que se suma a toda esta extraña velada llena de sucesos y personajes extravagantes.
Los acontecimientos referidos han sido centro de atención de fans, críticos y twiteros por igual.

https://youtu.be/7gpvXR3ifvo

En conclusión, ha sido una noche bizarra y llena de peculiares sucesos, pero que al fin y al cabo son parte del show; las contingencias surgen en cualquier parte y en cualquier nivel de producción.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Arrival: película de aliens?


Arrival es una película distinta a la que tenía en mente, sin embargo, esto no es algo negativo. Es una historia cálida, peculiar y conmovedora.
El tema principal es la humanidad y la necesidad de comunicarnos mejor. En segundo plano se trata de la posibilidad que se nos revele una vida extraterrestre; pero también trata sobre la evolución, sobre nuestra manera de ver y entender el mundo y las decisiones que tomamos.


Arrival cuenta la historia de una profesora llamada Louise Banks, interpretada por Amy Adams, que vive al máximo los último minutos que pasa con su hija hasta su inminente muerte. Pero esta historia parece ser el comienzo de algo y resulta ser el fin, como confiesa la protagonista, ya que pasa el tiempo y se nos pone en frente un momento sumamente trascendental para la raza humana: un grupo de naves extraterrestre con intenciones desconocidas se ha presentado ante la humanidad, posando 12  objetos voladores en diversas ciudades alrededor del mundo. Premisa que nos recuerda las estratégicas jugadas de los invasores de “Independence Day”, sin embargo esta no es la típica película de desastres de Hollywood; es algo más que pretende enviarnos un mensaje enmarcado en un drama muy humano.


Pero los alienígenas no son invasores, están haciendo un contacto, y un grupo de científicos interesados en comunicarse con ellos recluta a Louise para que dirija un equipo. Louise deberá usar sus habilidades en idiomas y lingüística, y lograr una comunicación exitosa con estos enormes septópodos interplanetarios que usan un complejo sistema de escritura y además traen un confuso mensaje que los humanos podríamos malinterpretar. 
A partir de ahí nos involucramos en la trama y pensamos que ella tiene la oportunidad de redimirse. Pero pronto, la cinta nos anuncia de una manera discreta que hay algo más sobre la superficie.
Arrival no es una película perfecta, pero es un buen largometraje, con buenas intenciones y una tesis muy interesante. Falla en ciertas premisas argumentales pero tiene éxito en la trama, porque sus licencias de guión están basadas en sostener un giro elegante y revelador que, lejos de decepcionar, nos transmite un mensaje claro: vive cada momento de tu vida al máximo.


La Venganza del Fachoy. Cortometraje