Get out, de Jordan Peele, es excelente, sorpresiva, trasciende lo inesperado. Rompe los clichés del suspenso y juega con el tema interracial de un modo fantástico y siniestro, sin perder su ligereza ni su convicción. Su aparente predictibilidad es justamente su manera de sorprender.
Me gustó el guión, peculiar y atrevido. La actuación de Kaluuya es muy convincente y empática, pero tampoco me parece tan sobresaliente como para haber conseguido una nominación al Oscar (creo que James Franco [por The Disaster artist] hubiera tenido más merecida la nominación).
De todas maneras, Get Out es un thriller refrescante que mantiene la atención tanto por su claridad como por su rareza, y destaca por su originalidad. Con actuaciones delirantes y escenas cautivantes, esta película ofrece algo novedoso y emocionante que vale la pena experimentar.
En el reparto destacan Daniel Kaluuya en el papel protagónico, con una interpretación idónea; Allison Williams, como la novia blanca del personaje central; Bradley Whitford, como el afable padre de la chica y Catherine Keener, como la excéntrica madre.
Pese a ser una película de relativamente bajo presupuesto y de un tono indefinido [entre comedia negra, drama y suspenso], la cinta se coló exitosamente en cartelera y tuvo un aclamado consenso comercial y crítico. Definitivamente es una gema entre tanta película de terror insulsa que acostumbra salir periódicamente.
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