“Enemigo Interno” (Bad lieutenant: Port of call new Orleans), de lejos, uno de los estrenos mas valiosos del 2010, es una película extraña, sórdida, intensa y sutilmente teñida de humor negro, basada en una película de Abel Ferrara, que trasciende gracias a su personaje principal el teniente Terence MacDonagh interpretado minuciosamente por un sobresaliente Nicolas Cage, y a la dirección notable del alemán Werner Herzog.
Herzog ha dirigido títulos tan disímiles como “También los enanos empezaron pequeños”, “Fizcarraldo” ó “Rescate al amanecer”, y pese a ello sus personajes comparten algunos elementos recurrentes. Esta película incorpora algunos de éstos elementos como la extrema perseverancia, la ambición de superar los obstáculos por más grandes que sean, y la complejidad de sus protagonistas.
Herzog reinventa el guión de Ferrara de 1992 y filma su película. A diferencia de la versión original, en esta hay mas humor e irreverencia, un escenario renovado post desastre, y además cuenta con Nicolas Cage en vez de Harvey Keithel (no lo menciono como una mejora sino como un cambio significativo). El resultado es una historia con un estilo Herzogiano que trasciende los estereotipos del género gracias a la atmósfera y a la manera como el protagonista bordea la perdición sin sucumbir ante la presión.
Terence McDonagh (Nicolas Cage) es un policía de Nueva Orleans quién tras rescatar a un presidiario de morir ahogado en una prisión, después del paso del huracán Katrina, queda con un severo dolor en la espalda. Por su acción heroica es ascendido a teniente. Una vez en el puesto queda a cargo de una investigación sobre el asesinato de una familia de inmigrantes afro americanos.
McDonagh es además un jugador compulsivo, usa y abusa de drogas para aliviar su dolor y, a pesar de todo, sigue trabajando arduamente en la investigación hasta que encuentra un testigo. Además de su trabajo, tiene que pagar sus deudas por apuestas, proteger a su mujer y hasta encargarse del perro, todo esto lo lleva a un punto en que parece que el teniente no podrá con toda esa carga.
El reparto incluye también a Eva Méndez haciendo de una prostituta adicta, enamorada del policía, en una interpretación bastante acertada, Val Kilmer como uno de los parcos compañeros del teniente y al rapero Xzibit en el papel de un mafioso cínico e inescrupuloso. Pero todos ellos ofrecen interpretaciones de menos calibre comparadas con la de Cage, que aporta mayor profundidad y entrega.
El personaje de Nicolas Cage está construido con detalle. Desde la manera particular de caminar con la espalda arqueada, que le aporta rasgos identificables y refuerza su condición de lesionado, hasta su evidente inestabilidad por el consumo de drogas, que lo muestran incluso desquiciado y arrogante. Pero ese lado oscuro lo hace más humano, exalta su lucha interior. Porque eventualmente buscará su redención con la misma seriedad con la que toma sus investigaciones.
Los escenarios de Nueva Orleans tienen gran protagonismo, el detective se desplaza entre rascacielos del centro de la ciudad, otras veces en casas elevadas en zonas pantanosas cargadas de vegetación, y otras veces en calles antiguas con construcciones deterioradas habitadas por pandilleros, prostitutas y vendedores de drogas.
“Enemigo Interno” ofrece una narrativa visual sugerente. La fotografía es estimulante y colorida reforzando la idea de que vive en excesos. Las escenas iníciales en una cárcel inundada después del paso del huracán tienen una iluminación detallista, lo cual favorece a la atmósfera fría y calma después del desastre.
Lagartos e iguanas son elementos constantes y relevantes. Las intromisiones con punto de vista de un reptil ó las alucinaciones del teniente cuando ve una iguana reinciden en la idea, cómo si el director tratara de establecer una analogía entre los reptiles y el teniente, ó entre ellos y su hábitat.
Esta no es una historia de detectives típica, es una historia audaz sobre un policía que aplica las leyes a su modo en una ciudad corrupta esbozando un antihéroe muy particular y con sus propios problemas. La película aprovecha el guión y le suma una visión particular, la de Herzog. Es un film que merece ser visto por su originalidad, su valor narrativo y además, por contar con la mejor actuación de Nicolas Cage en mucho tiempo.
Herzog ha dirigido títulos tan disímiles como “También los enanos empezaron pequeños”, “Fizcarraldo” ó “Rescate al amanecer”, y pese a ello sus personajes comparten algunos elementos recurrentes. Esta película incorpora algunos de éstos elementos como la extrema perseverancia, la ambición de superar los obstáculos por más grandes que sean, y la complejidad de sus protagonistas.
Herzog reinventa el guión de Ferrara de 1992 y filma su película. A diferencia de la versión original, en esta hay mas humor e irreverencia, un escenario renovado post desastre, y además cuenta con Nicolas Cage en vez de Harvey Keithel (no lo menciono como una mejora sino como un cambio significativo). El resultado es una historia con un estilo Herzogiano que trasciende los estereotipos del género gracias a la atmósfera y a la manera como el protagonista bordea la perdición sin sucumbir ante la presión.
Terence McDonagh (Nicolas Cage) es un policía de Nueva Orleans quién tras rescatar a un presidiario de morir ahogado en una prisión, después del paso del huracán Katrina, queda con un severo dolor en la espalda. Por su acción heroica es ascendido a teniente. Una vez en el puesto queda a cargo de una investigación sobre el asesinato de una familia de inmigrantes afro americanos.
McDonagh es además un jugador compulsivo, usa y abusa de drogas para aliviar su dolor y, a pesar de todo, sigue trabajando arduamente en la investigación hasta que encuentra un testigo. Además de su trabajo, tiene que pagar sus deudas por apuestas, proteger a su mujer y hasta encargarse del perro, todo esto lo lleva a un punto en que parece que el teniente no podrá con toda esa carga.
El reparto incluye también a Eva Méndez haciendo de una prostituta adicta, enamorada del policía, en una interpretación bastante acertada, Val Kilmer como uno de los parcos compañeros del teniente y al rapero Xzibit en el papel de un mafioso cínico e inescrupuloso. Pero todos ellos ofrecen interpretaciones de menos calibre comparadas con la de Cage, que aporta mayor profundidad y entrega.
El personaje de Nicolas Cage está construido con detalle. Desde la manera particular de caminar con la espalda arqueada, que le aporta rasgos identificables y refuerza su condición de lesionado, hasta su evidente inestabilidad por el consumo de drogas, que lo muestran incluso desquiciado y arrogante. Pero ese lado oscuro lo hace más humano, exalta su lucha interior. Porque eventualmente buscará su redención con la misma seriedad con la que toma sus investigaciones.
Los escenarios de Nueva Orleans tienen gran protagonismo, el detective se desplaza entre rascacielos del centro de la ciudad, otras veces en casas elevadas en zonas pantanosas cargadas de vegetación, y otras veces en calles antiguas con construcciones deterioradas habitadas por pandilleros, prostitutas y vendedores de drogas.
“Enemigo Interno” ofrece una narrativa visual sugerente. La fotografía es estimulante y colorida reforzando la idea de que vive en excesos. Las escenas iníciales en una cárcel inundada después del paso del huracán tienen una iluminación detallista, lo cual favorece a la atmósfera fría y calma después del desastre.
Lagartos e iguanas son elementos constantes y relevantes. Las intromisiones con punto de vista de un reptil ó las alucinaciones del teniente cuando ve una iguana reinciden en la idea, cómo si el director tratara de establecer una analogía entre los reptiles y el teniente, ó entre ellos y su hábitat.
Esta no es una historia de detectives típica, es una historia audaz sobre un policía que aplica las leyes a su modo en una ciudad corrupta esbozando un antihéroe muy particular y con sus propios problemas. La película aprovecha el guión y le suma una visión particular, la de Herzog. Es un film que merece ser visto por su originalidad, su valor narrativo y además, por contar con la mejor actuación de Nicolas Cage en mucho tiempo.
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