martes, 19 de abril de 2022

Alien Covenant, una pieza bien encajada.

Una película interesante, llena de suspenso, con una correcta dosis de terror, reflexiones filosóficas y mucho suspenso, que además va cerrando capítulos reveladores del origen de la criatura en la saga. Consigue provocar temor y repulsión, pero también, tener una perspectiva más amplia del universo...


“Alien Covenant” es la verdadera precuela de “Alien el octavo pasajero”, aquella cinta, la primera de la saga que lo empezó todo. La historia de “Alien Covenant” sucede después de los acontecimientos narrados en la criticada “Prometheus” y revela mucho sobre una saga cuya vasta trama pretende abarcar más que su universo.


El protagonista de la película es Michael Fassbender y es un hecho que sorprende. Al principio, porque aparece a través de una escena magistral en la que es un robot, un androide con dudas existenciales que explora en una brillante charla con su creador, interpretado por Guy Pierce en un sorprendente cameo. Pero ésta escena es sublime, tiene una calidad onírica y concluye con lo que sería el pilar de la trama de esta película, el androide ha notado algo acerca de su existencia y de su creación, algo que le genera un impulso creativo que no puede detener. En oposición al ser humano que no sabe quién lo creó ni por qué está aquí, pero tiene la capacidad de crear, este androide se da cuenta que no puede morir y su creador sí. El sabe quién es su creador y cuál es su propósito, su duda existencial corre por el dilema del libre albedrío y su imposibilidad creativa; dilema humano inverso es fascinante y un potente recurso narrativo.



Después de esto, la estructura del guión es tan simple como se puede, ser sin comprometer los valores artísticos de la narrativa: Una nave colonizadora está camino a un planeta en el que van a sembrar vida, pero en el camino sufren un 
contratiempo que los obliga a reconfigur el último tramo del viaje.  Ante la trágica perdida del capitán durante el accidente, el segundo a cargo asume el mando (Billy Crudup). Pero mientras tratan de resolver su limitado rango de viaje descubren una transmisión humana viniendo desde un planeta desconocido pero cercano y perfecto para una terraformación. Ellos ven en éste la oportunidad de ganar tiempo y descubrir un nuevo planeta. Tras un debate deciden aterrizar en el susodicho planeta a expensas de encontrarse con un virus extraterrestre. 


A partir de esta decisión se desenmaraña una insufrible cadena de acontecimientos que amenaza a toda la misión y que en un principio ni siquiera tendrán una explicación para ellos. Habrá momentos sangrientos, hay momentos de angustia, de suspenso y terror, pero en esta entrega me gustó mucho que hubiera también espacio para la reflexión sobre temas como la existencia, la humanidad y la naturaleza divina. La preocupación del director en esta película no era netamente la de aterrorizar a una audiencia, más bien percibí un legítimo deseo de postear algunas interrogantes y de tratar ciertos temas metafísicos que están presentes de forma elemental.


Por otro lado acá se explora elorigen, y el propósito de esta criatura alienígena, y sus versiones predecesoras. Cómo mencionó Ridley Scott en una entrevista: "...han pasado diversos directores y diversos escritores y ninguno ha estado interesado en el origen de la criatura...". En este capítulo, la criatura alienígena se mantiene fiel a su reputación y nos devela diversas variantes basadas en diferentes estados evolutivos. Pese a ello no se ve falsa, por el contrario, las escenas de terror y los momentos mas viscerales de la película, son auténticamente crudos y chocantes.  La historia y la coherencia de la simple trama nos hace verosímil prácticamente todas las situaciones.


Aparte de Fassbender que destaca en su interpretación clara y bien construída de ambos androides David y Walter, también estaban en el reparto Billy Crudup, Danny McBride, Demian Bichir y Katherine Waterston. Con sólidas actuaciones, la tripulación del Covenant nos conmueve por algunos momentos, nos hace reír, pero sobre todo, nos asusta y pone en perspectiva nuestros más primarios temores. En conclusión es [Highly reccomended], especialmente para adoradores de la saga y medianamente fans. Muy disfrutable para el cinéfilo promedio. Recomendada para amantes del terror y recomendable también para el espectador común y corriente que busca algo no tan ligero.


Rick & Morty: la psicodelia de la ciencia ficción

Han pasado 3 años desde que descubrí la serie "Rick & Morty" una serie animada de Adult Swing cuyos personajes empezaron como una parodia de Doc Brown y Marty McFly de “Volver al Futuro”. Una broma simple y paródica que engendró un universo animado ridículamente absurdo. Su ciencia ficción elevada a la potencia de la imaginación es casi adictiva. 


Sus ocurrencias son retorcidas, extremas y sus referencias pop y metalingüisticas hacen un programa demasiado divertido, ácido y entrañable. Cualquier idea interesante que hayas podido tener, o que hayas visto antes en una serie, película, dibujo animado, libro, canción, etc o cualquier cosa que se te pudiera ocurrir está en Rick & Morty. 





Películas como “Blade Runner”, “Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, “Total Recall”, "Jurassic Park" “Aliens”, etc.  o series como “Westworld” o "Breaking Bad"“, se mencionan o referencian de alguna manera en cada episodio.


Pero más allá de todos estos artilugios técnicos, narrativos y pseudocientíficos, la serie tiene un trasfondo que encuentra analogías satíricas que critican indirectamente a la sociedad, al capitalismo, a los milennials, a los conservadores, al gobierno y a la humanidad en general. Sus ideas recorren lo filosófico, lo metafísico, la moral, las relaciones interpersonales (familiares y amicales) y la lógica; dándole matices cómicos inigualables derivados de llevar teorías o ideas al absurdo de una manera nunca antes vista. 


En cada episodio se continúa una linea narrativa canónica que parece ser la mas atractiva para los fans, pero que no descuida situaciones aisladas y extremas, sobre todo en las primeras entregas. Su tratamiento de las dimensiones paralelas es una alegoría de las consecuencias de nuestros actos, nos hace pensar en la fragilidad de nuestras vidas y de la trascendentalidad de nuestras desiciones; demostrando que las desiciones egoístas que uno toma siempre tendrán repercusiones, muchas veces nefastas, en el resto de nuestro universo aunque no queramos aceptarlo. 


La pistola de portales, es una de las herramientas mas importantes del programa, como recurso es un Mc Guffin (no sabemos como funciona y no tiene otro propósito que mover a los personajes), pero es justamente lo que le da la oportunidad a Rick de ser el sujeto más inteligente del mundo ¿o acaso el más irresponsable? Esta le permite cambiar de realidad en cualquier momento y hacia cualquier posible dimensión; el carácter infinito del multiverso, permite que cada vez que Rick sienta que no puede solucionar algo, recurra al escapismo abriendo un nuevo portal de fluido verde y dejando atrás cualquier error o aberración que no quiera enfrentar, pero las consecuencias de estos actos seguirán volviendo de alguna forma.





Morty y su familia, son personajes convencionales, sin ningún tipo de gimmick como los de Rick, pero que van evolucionando con la historia de modo que para ellos se abren también muchas posibilidades, aprenden sobre lo grande y vasto que es el universo, y eventualmente, especialmente en Morty y su hermana Summer, terminan aprovechando las circunstancias, pero a diferencia de su abuelo Rick, actuando siempre con una proclividad hacia hacer lo correcto y de proteger a su familia. Ningún personaje en esta serie es convencional, plano o predecible. Una de las virtudes de esta serie es justamente su impredictibilidad. 


Hay mucho que develar; hay viajes intergalácticos que llevan al espectador lejos, quizás mas lejos de lo que hayan ido antes, de una manera distinta y novedosa, pero siempre con la suficiente claridad en medio de su caleidoscópicas tramas, para entender qué sucede y arrancar una carcajada en el momento menos pensado.



Más irreverente que Los Simpsons, más alucinante que Gravity Falls, más ingeniosa que Futurama. Una maravilla moderna, no hay nada más absurdo, imaginativo y entretenido que esta serie, que desde la primera temporada fue una de mis favoritas y se volvió una obsesión. Si bien sus episodios contienen una fuerte carga dramática, su comedia y su ciencia ficción absurda son el pilar de las aventuras de Rick, Morty y su familia. Insuperable.