"The expendables 2", es una parodia de acción, con estrellas de cine de los 80's intentando hacer lo mismo que hacían hace tres décadas, sin una trama lógica y llena de situaciones absurdas. Con grandes efectos especiales, y un ejercito de dobles en escenas de acción muy bien coreografeadas.
Claro, no es que esperemos mas de esta cinta, después de todo es la continuación de la irreverente "The Expendables", un reencuentro de promoción de los caducos héroes de acción de antaño comandados por un Stallone que se resiste a la prescripción, y que de alguna manera enfrenta con nostalgia y buen humor la inevitable llegada a la tercera edad, pero creo que pudo dar para mas.
El grupo nuevamente es dirigido por un Stallone que sigue en forma, pero que ya no puede ocultar sus posturas, ni dificultades al correr o pelear. El es nuevamente Barney Ross un mercenario que asesina a sangre fría a cualquier enemigo que se lo merezca, pero con un código moral inquebrantable. Ross puede matar a cien personas en combate sin remordimiento, y hasta parece divertirse. Pero puede afectarle tanto la muerte de un inocente, que lo lleva a articular las mas trilladas reflexiones sobre el bien y el mal.
En esta ocasión, los mercenarios, se encuentran en combate por todas partes, sin explicación, y se ayudan mutuamente. En la primera escena, un operativo de rescate un poco confuso y exagerado muestra al equipo en acción. Statham y Stallone son acá los protagonistas, y tienen de apoyo a Jet Li, Dolph Lundgren, Terry Crews, Randy Couture y otros fortachones cubriéndoles las espaldas con limitadísimos diálogos.
En medio de la operación rescatan a un rehén que resulta ser Trench (el personaje de Arnold Schwarzenegger), capturado mientras terminaba su misión. Al ser rescatado queda en deuda con Ross. Luego, juntos, siguen combatiendo, y después de un rato Trench toma otro rumbo y se va por su cuenta. Del mismo modo de acá en adelante Ying Yang ( Jet Li) no aparece mas en la película.
Después de esta masacre, a punta de balaceras, combates extremos y explosiones, la cosa se calma. Ross llega a su guarida, solo para encontrar a Mr. Church (Bruce Willis) esperándolo para encomendarle ( o mas bien exigirle que lleve a cabo) una misión. Ross, obligado por su código acepta lo que debe ser una misión sumamente fácil a fin de saldar viejas deudas.
Esta vez el equipo se incrementa. Hay un novel y vigoroso sniper llamado, Billy The kid, interpretado por Liam Hemsworth; un personaje al que Ross ha tomado como pupilo, y que quiere salir de esa vida de mercenario para casarse. También se les une en esta misión Maggie (Nan Yu), una joven experta en combate que hace de guía, ante la insistencia de Church.
Pero al llegar al lugar indicado y a punto de terminar la misión, otro grupo de asesinos despiadados los intercepta, les quita el encargo de Church y además mata a Billy, el mas joven de sus integrantes. Este grupo de enemigos conocido como los Sangs está liderado por Vilain (Jean Claude Van Damme), como su nombre lo evoca, es el villano por excelencia, poderoso, despiadado y siempre en control. El actor belga crea con su postura y su acento un villano de antología a pesar de estar entrado en años.
Ross piensa como seguirlos y se da cuenta que lo que les robaron era un localizador que los llevaría a una mina de plutonio rusa. Luego la película gira en torno a Ross (furioso por la muerte del chico) tratando de cobrar venganza. Y al equipo planeando su ataque a los Sangs para frustrar sus planes.
Y como hay mas balaceras de por medio, mas acción y mucho mas explosiones, entonces aparece en el camino Chuck Norris, operado por todos lados, mas estirado que el mismo Stallone y sin una cana.
El personaje de Norris es Booker, que resulta ser viejo amigo del grupo y ayuda a los héroes a salir de una emboscada, . Lo interesante es que no tengo idea de donde salió y porqué estaba allí. Pero claro, a fin de ver mas disparos y mas sorpresas, eso no importa.
Del mismo modo no interesa por qué , mas adelante, Trench y Church entran también al ruedo con metralletas, fusiles y un minúsculo auto. Una secuencia divertida pero nuevamente insensata.
Una vez que termina el tiroteo y agarran a los malos, lo único que falta es el épico final; el combate entre Ross y Vilain, en una pelea cuerpo a cuerpo. Por supuesto Van Damme usa su famosa patada voladora.
Todos las frases de la película están hechas para el trailer, hay pocos diálogos sensatos, no hay ninguna preocupación por sonar trillados, y las referencias al estrellato de los personajes también esta presente en toda la cinta. A veces no se sabe si habla el personaje o el actor.
El personaje de Arnold dice su, ya infame, frase "I'll be back", luego dice "I am back" y así se la pasan, él y Bruce Willis.
En una conversación por teléfono, Stallone reta a Willis reclamándole que ya no sale al campo ni participa en escenas de acción.
Y en la máxima expresión del ridículo, Arnold ve disparando a Norris y todo el equipo y dice : "y ahora quién viene... Rambo?".
Esta cinta es un festival de clichés, frases refritas, diálogos irreverentes, peleas y tiroteos incesantes, y de estrellas de antaño reviviendo viejas glorias.
Es como si "Fuerza Delta", "Rambo", "Comando" "Duro de matar" y "Soldado universal" convergieran en la misma cinta y sus protagonistas se encontraran y se ayudaran en todo momento, tratando de multiplicar la emoción, disparando por doquier, pero claro, estando ya al borde de la senilidad.
No me malinterpreten, las bromas sobre la edad de estos tipos duros están servidas por ellos mismos, ninguno se esta tomando en serio, y al fin y al cabo son ellos mismos parodiándose a ellos mismos. Pero no quita que la cinta sea una gran parodia de acción y nada mas que eso. Admitámoslo, si esto hubiera pasado hace unos veinte años, hubiera sido demasiado espectacular, sumamente emocionante, la lucha de egos hubiera tenido mas sentido, y hubiera sido mas disfrutable. Pero de todas formas, si estos fueron los héroes de tu época tendrás que verla y divertirte. La pregunta que queda es: Llegarán a hacer una tercera cinta?
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